El viaje de documentación es parte del proceso de creación de nuestros montajes. Por una parte, entramos en el contexto en que surgió la experiencia de nuestras protagonistas. Por otra, nos ofrece la posibilidad de poner a prueba nuestras ideas de partida, la primera estructura dramatúrgica. Nunca encontramos lo que habíamos previsto o imaginado. Por encima de todo, quizás, el viaje nos brinda la posibilidad de cuestionar – y, a veces, demoler - nuestras propias creencias.
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